Día a día la capacidad de los teléfonos inteligentes se aproxima más a la de los ordenadores de sobremesa acercándose poco a poco a la llamada convergencia. Cuando ambas plataformas ofrecerán funcionalidades y calidades similares.
Esto supone muchas ventajas tanto para los usuarios que encontrarán mayores y mejores compatibilidades como para los desarrolladores que podremos producir más fácilmente en entornos multiplataforma.